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Torre de la Casota


Declarado Bien de Interés Cultural - La Vall d'Uixó



La ocupación de La Vall d’Uixó se remonta a la prehistoria. Se conserva un yacimiento arqueológico que evidencia del hábitat en estos lugares de grupos humanos cazadores y recolectores de finales del Paleolítico Superior, aproximadamente 16.000 años a.C.. El valle continuó habitado durante el Neolítico y la Edad de Bronce, asentados en poblados fortificados. La época ibérica supuso una considerable expansión de la población como lo atestiguan los restos de La Punta d’Orleyl y el Poblat de Sant Josep. La invasión musulmana supuso el establecimiento de doce alquerías alrededor del río Belcaire, en el valle. Seis de ellas: Benigasló, Alcudia, Benimagull, Zeneja, Benizahat y Zeneta, se encontraban en lo que hoy es la ciudad actual. Cada una de ellas era independiente y contaba con su propio cementerio y su zona industrial y agrícola. El resto de las alquerías acabaron por desaparecer o dieron origen a otras poblaciones como Alfondeguilla. La organización política y jurídica de todo este conjunto de pequeñas poblaciones protegidas por el Castillo se establecía a través de un Hins, donde la aljama o representantes de las alquerías garantizaban la seguridad del valle, dependiendo del Amán de Valencia, tal como lo demuestra la Carta Pobla de 1250. La incorporación de La Vall a la soberanía de Jaime I y la posterior constitución política del Reino de Valencia no supusieron modificaciones importantes, porque la comunidad musulmana de La Vall, como todas las valencianas, mantuvo, en esencia, la estructura del poblamiento y el régimen jurídico que había en tiempo de las capitulaciones de rendición de las aljamas a este rey. Esta situación de mantuvo durante la baja Edad Media, mientras La Vall formó parte del dominio real, al cual puso fin el rey Alfonso el Magnánimo el año 1436, cuando dio a su hermano Enrique varios lugares y villas entre las que se encontraba La Vall d’Uixó. A partir de esta donación se convierte en señorío hasta la abolición de éstos en el siglo XIX. La Torre fue construida en el siglo XII y estaba en medio de una de las pequeñas alquerías citadas anteriormente, probablemente, Benadalmech o Haraturle. La torre se encuentra a pocos metros del camino del castillo. Fue construida para servir de vigía en dicho camino y para servir de refugio a la población de la alquería a la que daba protección. La torre es de planta rectangular y está construida con muros de mampostería. De la misma aún subsiste en pie una de sus paredes. Aunque no se han realizado excavaciones arqueológicas, en su entorno se recuperaron numerosos restos cerámicos medievales islámicos que permiten datarla en torno al siglo XII. En las inmediaciones se encuentran los restos de la alquería.


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